Tod@s sabemos lo que es la ira,tod@s la hemos sentido en mayor o menor grado.
La ira es una emoción humana,completamente normal,pero totalmente insana,especialmente cuando es muy intensa.
Si no se le pone freno aumenta su velocidad,se vuelve destructiva, y acarrea problemas;problemas de salud,problemas en nuestras relaciones y en nuestra visión de nosotr@s mism@s.
Controlar la ira no es nada fácil cuando ya hemos explotado,en ese momento estamos atrapad@s en ella y lo único que podemos esperar es que pierda fuerza y se pase…
Tenemos que actuar antes, justo antes de que la presión interna aumente.
Pensemos en una olla a presión…
Cuando se calienta y la presión interna aumenta,si no tiene una válvula de escape puede reventar.
Tenemos que quitarla del fuego y esperar a que se enfríe antes de poder abrirla.
Nosotr@s funcionamos igual,si algo nos enciende y no hay válvula de escape,o explotamos o nos retiramos del “fuego” hasta enfriarnos.
En ambos casos la presión interna,la ira,ha continuado dentro.
Y eso nos daña.
Tú sabes cuándo comienza a aumentar la presión dentro de ti, sabes cómo comienza el arranque de ira.
En ese preciso momento haz una fuerte y larga expulsión de aire. Vacía completamente tus pulmones.
No inspires hasta que tu propio cuerpo lo haga.
No se trata de hacer una exhalación y después “hacer” una inhalación,sino de hacer voluntariamente la exhalación y después dejar que espontáneamente el cuerpo inhale,cuando lo necesite.
Después de que se haga la inhalación,haz otra exhalación fuerte que vacíe tus pulmones.
Vuelve a esperar a que tu cuerpo inhale espontáneamente.
Repite el proceso algunas veces más exhalando fuertemente y vaciando tus pulmones,hasta que compruebes que la presión ha disminuído y te sientes más tranquil@.
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